Cami Bohórquez y Paulo Orozco
Colombia es un país mega diverso; fractalmente diverso, por ello cada departamento del país y cada una de las grandes ciudades tiene su propia mega diversidad, inclusive cada comuna o cada localidad es muy diversa. Como lo señala Santiago Montenegro[1] Colombia tiene el tercer índice de fractalidad geográfica más baja entre 155 países. Es decir la tercera probabilidad más baja de seleccionar a dos personas de un país y encontrar que vienen de la misma zona ecológica, económica y étnica. En un país como el nuestro los retos de la educación para manejar esta diversidad son inmensos.
La Universidad Nacional creó una sede en el municipio de La Paz, departamento del Cesar. El campus universitario diseñado por el arquitecto y profesor de la UNAL sede Manizales, Edison Henao Carvajal tiene capacidad de atender a 2500 estudiantes. Cada año el ingreso de estudiantes trae la diversidad que mencionamos, esto constituye un gran reto para adaptar una oferta educativa inclusiva y transformadora.
La ejecución de proyectos de formación de talento humano, con recursos del SGR con los Departamentos, hace que en la fundación CEIBA estemos interesados en modelos de actuación para buscar contribuir al logro de autonomía científica, técnica, de innovación educativa a nuestras regiones. La exploración de iniciativas de inclusión en la educación en los primeros años de formación superior (lo que comenzamos a identificar como el ciclo básico) nos llevó a encontrar la interesante propuesta innovadora en la sede de La Paz de la Unal.
En el diseño del ciclo básico para los estudiantes de la sede se han logrado superar una serie de retos que también existen y vemos reflejados fractalmente en Bogotá y otras regiones. Primero se está explorando esta idea de un ciclo básico; un año de formación común para todos, donde se cierran las brechas de la formación básica y media y se incluye a todos en la comunidad universitaria. Para la Unal en La Paz este es un gran reto, el 90% de los estudiantes tienen un certificado de ser víctimas del conflicto armado; en el mismo porcentaje provienen de estratos 0, 1 o 2. Algunos viven hacia las Sierras o zonas alejadas de algunos territorios de la Guajira, no en Valledupar, y no tienen acceso a redes de datos, sin embargo la sed de conocimiento es tan grande que solo el 10% canceló el semestre cuando nos enfrentamos a la pandemia.
En La Paz se ha adoptado una disposición de la educación centrada en el estudiante y no en el docente, es un cambio positivo que se aparta de lo tradicional de centrar nuestra educación superior entorno a un docente que tiene un gran conocimiento y a su alrededor situamos a los estudiantes. Para romper esto se han explorado estrategias donde ponen a dos docentes en el aula, con posiciones diferentes, que motiven un diálogo en el salón y no necesariamente la exposición de una sola posición. También se hace seguimiento cercano y acompañamiento a los estudiantes, buscando un entendimiento particular de cada uno por encima de una visión estadística; pasar del mundo centrado en las ideas (sociedad ideológica) a una sociedad centrada en el individuo (sociedad psicológica).
También han identificado que la lectoescritura es un problema de todos los estudiantes, donde quieran que estén. En especial en La Paz un 10% de los estudiantes no tienen como lengua materna el español, vienen de comunidades de la Sierra Nevada de Santa Marta. Frente a esto, y también enfocado en el aprendizaje centrado en el estudiante, han encontrado que se deben fortalecer las competencias en lengua materna, si queremos lograr un aprendizaje profundo. Esto nos pone a reflexionar seriamente sobre la importancia que tendría para los jóvenes poder acercarse a las ciencias, la física o la química y otros saberes en las lenguas nativas de Colombia, implicaría un salto paradigmático. Unos retos gigantes, no sólo de preservar unas narrativas en el lenguaje, sino de realmente extrañarnos en las cosmovisiones de nuestra diversidad de culturas.
Con este reto han encontrado que los lenguajes visuales y narrativos son fundamentales. El uso de estos lenguajes ayuda a interrelacionar diversas ideas en una comunicación efectiva y rápida. Culturalmente esto lo vemos en la memética y la proliferación de explicaciones cortas y visuales en nuestro mundo. En la intersección de múltiples lenguajes en el aula se ha encontrado que traen una gran fuente de creatividad, y nada fortalece el autoestima como la sensación de ser creativos. Esto se traduce en las clases en una motivación hacia el prototipado de todo, ir en la marcha y no caer en que no avanzamos hasta que no tengamos todo.
Esto ha tenido un impacto muy positivo en estos jóvenes que seguramente sentían que no pertenecían al mundo del conocimiento académico, al encontrarse aportando y creando en el lenguaje de la ciencia y el conocimiento, se transforman y se incluyen. Los motiva a ser agentes de su vida, de su entorno y por ende de sus comunidades. Estos jóvenes en esta situación son generosos con su conocimiento y se reconocen como conocedores y capaces. Ponen de frente lo que ya saben. Y esto ha también transformado a la sede de La Paz, reconociendo el conocimiento que ya traen, no solo un conocimiento formal, sino un conocimiento heredado por su familia y sus comunidades.
Cerrando ideas, una de nuestras mayores fortalezas como país es la diversidad. Tal como lo señala Scott Page[2], un sistema diverso es mejor resolviendo problemas complejos que un sistema homogéneo de expertos. Como los problemas que enfrentamos son altamente complejos; cambio climático, la inequidad económica, un mundo altamente conectado, y confusos intereses hacia el conflicto armado, para resolver estos problemas será útil nuestra diversidad, no tenemos que pretender homogeneizarnos en una única visión del mundo. La diversidad debe robustecerse y poder incluirse en nuestro Estado, en la nación, debe ser incluida en nuestras esferas, con nuestros amigos, con nuestras familias, y en el sistema de educación.
[1] Santiago Montenegro, “Territorio, Gobernabilidad, y Competitividad”. DNP. Mayo 14 y 15 2003. Pg 20 Y “Visión Colombia II Centenario” DNP, Editorial Planeta, 2005, pg 110,
[2] Scott Page, “The Difference; How the power of diversity creates better groups, firms, schools and societies”. Princeton University Press, 2007