Con profunda tristeza la Fundación Ceiba informa el fallecimiento de su Director General, el profesor Paulo Orozco Díaz. La partida del profesor Orozco significa la pérdida de un connotado académico, líder empresarial y social, y un visionario de los problemas estratégicos de Colombia.
En lo académico, el profesor Orozco fue físico, con maestría y doctorado en la misma área. Fue profesor de Física de la Universidad Nacional de Colombia durante 33 años y miembro del Consejo Superior de la Universidad hasta hace unos meses, donde estuvo por 16 años. También fue Asesor de la Dirección General del SENA. Fue presidente de la Sociedad Colombiana de Física, de la Sociedad Colombiana para el avance de la Ciencia, y de la Federación Latinoamericana de las Sociedades de Física. Su vida fue ejemplo de un alto compromiso con la educación, la formación de talento humano de alto nivel, de entrega con trabajo leal y comprometido en el desarrollo de la educación superior colombiana.
En lo empresarial, se destacó por ser Presidente de la Empresa de Energía de Bogotá, donde lideró el proceso de transformación para crear CODENSA, EMGESA y consolidar la EEB. También fue Presidente de la Empresa de Teléfonos de Bogotá – ETB, donde se destacó por la creación de OLA y la entrada de la ETB en el segmento móvil. También fue Director de Telecom y del ITEC, y co–creador de Maloka. En su faceta de emprendedor, también fue fundador y actual socio de TECLASER, una empresa dedicada a la producción de láseres para uso industrial y comercial primera en su clase en Colombia. Su exitosa vida académica y profesional lo llevó a ser un reconocido asesor en temas de energía, comunicaciones, física experimental, desarrollo de tecnologías, investigación entre otros aspectos.
El profesor Orozco siempre fue un convencido de la necesidad de generar conocimiento en el país, y un abanderado de la causa para incrementar el número de doctores en Colombia como mecanismo para el cierre de las brechas sociales y el crecimiento de la economía.
Su partida nos llena de un profundo dolor, pero también nos deja con un legado de acciones y logros que permitieron una Colombia mejor comunicada, educada e innovadora.